domingo, 1 de abril de 2012

EL LOCO DEL BALÓN (PART IV).

En cualquier época los grandes héroes fueron aquellos que acometieron empresas imposibles emergiendo en contra de la dinámica de los tiempos. Su genio radicaba en llevar siempre la contraria en busca de lo imposible. En la diatriba, dos caracteres diferentes para hacer historia. Por un lado, los flashes y el eterno espectáculo de la sonrisa nívea del afro apadrinado en Beverlly Hills. En frente, el paleto de Indiana que echó de casa a su propio padre desafiando al destino para alcanzar la gloria. Sólo quedaba elegir. Magic o Bird, primus interpares. Cuantos días, cuantas noches..... para la eternidad. (Continuará).

martes, 27 de marzo de 2012

EL LOCO DEL BALÓN (PART III).

    Sin embargo pronto descubrí que los valores eternos se refugiaban en un templo esmeralda. Allí unos centinelas de mirada impenetrable guardaban como piedra filosofal valores como el esfuerzo, el amor propio y el espíritu de equipo.
    Tradición labrada en piedra como respuesta  al descaro. El añejo parquet, las butacas de madera, la fiebre del Boston Garden... Bird, Parish, Ainge, Mchale,..... sudor contra audacia, esfuerzo contra showtime, sacrificio desafiando la opulencia.
      Aquella noche, de nuevo, el arpa irlandesa atronó triunfal al acabar el dueloel duelo.

lunes, 26 de marzo de 2012

EL LOCO DEL BALÓN (PART II)

    Engalanados con el atuendo del lujo, oro y púrpura. Una pandilla de "funkiteros" corría endemoniada por la pista. Aquelarre circense "made in Hollywood", armonía sinuosa. ¡Pasen y vean! señoras y señores el grandioso espectáculo.
    No se pierdan a Magic el Houdini de la cancha. Admiren al "sheik" Kareem, el hombre de las gafas sempiternas. Era tiempo de showtime. Todo era posible en LA, el frustrado sueño americano parecía reinventarse. Demasiada ostentación para una época rebelde. Con el tiempo, un placer haberlos disfrutado.
Con el tiemp

domingo, 25 de marzo de 2012

EL LOCO DEL BALÓN (PART I).

    Durante aquellos  recreos de panecillo y chupa chups, los más osados hablaban de increíbles malabaristas, de hechiceros del envite y de hazañas inalcanzables que enardecian a un público optimista.Un juego desconocido deletitaba en un mundo lejano e inaccesible. Sólo los privilegiados accedían a la alquimia.
     Una mañana de primavera crepuscular encendí el televisor. Allí apareció McHale, bañado en sudor, lanzando un tiro libre... (Continuará...)

lunes, 23 de enero de 2012

OPINIONES DE UN PAYASO I. "INTERNET, LA CULTURA"

   Criticaba hace tiempo, Antonio Gala, el error de calificar a las personas que por infortunio o desidia carecían de formación como  incultos y no con el término más apropiado de desinformados. Definía el escritor andaluz, la cultura, como los conocimientos que permiten realizar juicios críticos y no como el mero recordatorio de datos a lo largo del tiempo.
   Lo cierto es que, tradicionalmente, los requisitos que cualquier creación necesitaba para entrar en el grupo de la cultura han sido muy elevados, casi inalcanzables. Solo Mozart, Cervantes o Shakespeare, entre otros eran dignos de pertenecer al club de los mejores.
   Por contra el milagroso progreso tecnológico de los últimos años, con todas sus bondades, nos ha llevado también en estos tiempos de trepidantes cambios y, en ocasiones, mediocres conquistas, a la ampliación, parece que sin límites, de la palabra cultura y su banalizacón como consecuencia lógica.  Verdaderamente hemos relativizado ese concepto en el que caben, ahora, desde las obras de Arístoteles o Beethoven hasta los tebeos Manga o la música tecno-pop, para los más osados, sin ánimo de  distinguir jerarquía alguna.
   Un ejemplo evidente se observa en la guerra desatada en esa caja de inquietudes y milagros a la que bautizamos con el gélido nombre de internet. Por un lado, los defensores de la persecución a las descargas de archivos se parapetan como guardia pretoriana en el necesario blindaje a la cultura para defenderla de la devaluación que le supondría una circulación de la misma, rápida y gratuita. En realidad y  en la mayoría de ocasiones, no son más que defensores acérrimos de un producto tan rápido como vacío y de evidente interés económico.
    Por su parte los quijotescos defensores del intercambio de archivos argumentan la universalidad de una cultura sin dueños y el derecho a una circulación libre y sin  precio de la misma, escondiendo, quizá la dulce sensación de burlar el sacrificio económico y cubriendo lo que, en realidad es ocio con el manto de la cultura. Profundizando aún más, encontramos las conductas más estrambóticas merecedoras de los más enconados análisis sociológicos o psiquiátricos, aquellos quienes presumen de tenerlo "todo de todo" sin coste y con el medio de descarga más exótico posible, creyéndose jeques de la cultura pero, en realidad, ignorantes de su mal de Diógenes.
  Sinceramente, me tranquiliza saber que Aristóteles y Beethoven, la cultura con mayúsculas, mientras pasa la turba, duermen a pierna suelta.

sábado, 25 de junio de 2011

Recomendaciones I.Otros apóstoles musicales

   Incluso los más escépticos, entre los que incluyo, debemos reconocer que, las nuevas tecnologías nos permiten "intimar" con compositores que, alejados de los dogmas del marketing,  han forjado carreras de enorme talla. Posiblemente, ninguno de los que describo a continuación reuna a cien mil personas en un estadio pero su obra alcanza cotas muy elevadas en cuanto a calidad.       
  Reconocidos por la crítica y por artistas de renombre no duden que merece la pena dedicarles algún trozo de nuestro tiempo.

1. RICHARD THOMPSON.


   Londinense, aunque musicalmente no lo parezca, por su estilo de marcado acento norteamericano, este compositor de dilatadísima carrera, iniciada con Faiport Convention, disfrutó de su etapa de esplendor en los 70 junto a su esposa, Linda Thompson. Tras este periodo de marcado carácter folk, se adentró en el rock eléctrico y  la música experimental para ganarse, ya en el presente siglo, el beneplácito definitivo de la crítica. 
   De voz muy personal y enorme guitarrista (entre los veinte mejores de la historia según la revista Rolling Stone) sus temas han sido interpretados por ilustres como Elvis Costello o R.E.M. El juicio que emite sobre su propia obra parece definitivo, "algunos de mis discos son los típicos que las compañías no hubieran sabido colocar en el mercado", sentencia.




2. PETER WOLF.



 Uno de los artistas más completos y eclécticos con los que nos podemos topar. A bebido de prácticamente todos los manantiales musicales, desde el soul, pasando por el blues sin olvidar el rock. Este bagaje le ha servido para presumir como pocos de  colaborar con artistas del prestigio de Velvet Underground, Muddy Waters o Fleetwood Mac. Lo cierto es que Wolf contó con un ambiente propicio para la creación desde su nacimiento, criado en el Bronx, es nieto de una actriz del neoyorquino teatro yiddish e hijo de un modesto cantante de ópera. No se detengan en el magnifico dúo con Shelby Lynne, conviene profundizar, y mucho.


3. JOHN HIATT.


   Posiblemente el mayor mérito de John Hiatt es haber triunfado en el panorama musical con esa guisa de eficiente oficinista. Bromas aparte, el veterano músico de Indiana utilizando las herramientas básicas del rock tradicional se ha labrado un nombre en el panorama musical de su país del que, sin embargo, carece en Europa. Lo cierto es que a Hiatt hay que reconocerle su extraordinaria voz, a la altura de los grandes solistas negros. Temas suyos han sido interpretados por verdaderos dinosaurios como Dylan o Clapton, entre otros. Puede que John Hiatt no sea el artista más atrevido sobre la faz de la Tierra pero es de agradecer que se desenvuelva tan bien y sin enredos en el rock de siempre.




domingo, 19 de junio de 2011

Hasta siempre Clarence Clemons. El hombre que desafió al diablo

   
     Cuenta la leyenda que Clarence Clemons apareció una noche de invierno, entre la niebla ataviado con un traje blanco, por el paseo de Absbury Park ante un Springsteen aterrorizado que pensaba que le iba a robar. El músico de Norfolk, con su sencillez habitual, le dijo que venía, marcado por el destino, desde muy lejos a tocar "con ese chico del que todos hablan". Lo cierto es que, a comienzos de los setenta, nació una de las mejores combinaciones musicales de las últimas décadas. La aportación de Clarence Clemons a la música de Springsteen es inmensa. Más allá de ser un bello colofón a las canciones, su saxo, aportó valores esenciales en la música del "Boss" tales como la esperanza, el heroísmo o la emotividad. Además, "the big man" encarnó un personaje carismático para eternizar la mayor aportación de la "E Street Band", el directo.
      Nadie puede dudar que, Clemons, plantó cara al destino. Enamorado del jazz y el soul de los cincuenta, luchó contra los designios de su padre, pastor baptista, quién consideraba al rock como una música propia del diablo. Nada pudo parar al gran hombre, determinado a hacer historia con el saxo. Ni siquiera la insistencia de su entorno que, deslumbrado por su majestuoso físico, le incitó al fútbol americano.
        Se marcha Clarence Clemons, el alma de la "E Street Band" . Todos los amantes del rock sabremos valorar la pérdida de uno de los más grandes saxofonistas de las últimas décadas. Para la infinitud queda su saxo sublime en temas como Thunder Road, Jungleland, Badlands y tantos otros. En nuestra mente permancerán aquellas notas que convirtieron la genialidad en apoteosis, al igual que la imagen junto a Bruce subidos a un escenario en un dúo legendario.
 Mermado físicamente, Clemons culminó la última gran gira de banda en 2009, estuvo presente en todos los conciertos, eran lo que le unía a la vida. A partir de ahora, nada será igual ni para Springsteen ni para el rock, que, de nuevo, engrandece su leyenda.
      Los cielos se abren para "the big man" Clarence Clemons. Allí le espera Danny Frederici para un penúltimo delirio. Quién sabe, quizá, algún día, el diablo se les una.